23 de diciembre de 2024

¡El dinero es oro!

Entendemos por Patrón Oro al sistema monetario internacional que vincula las reservas de oro con el valor de las monedas en una nación. Es decir, en este sistema, cada unidad monetaria estaba respaldada por una cantidad fija de oro, lo que quería decir que en cualquier momento los billetes y monedas emitidos por un país podían ser canjeados por oro físico, con una tasa establecida. Este mecanismo garantizaba confianza, y frenaba a los gobiernos que quisiesen emitir dinero de forma descontrolada.

Es más sencillo entenderlo con un ejemplo. Imaginemos que nuestro país determina que una moneda equivale a un gramo de oro. Luis se levanta una mañana y cree que es buena idea ir al Banco Central a cambiar una moneda. Luis llega y le da al responsable la moneda, él le da un gramo de oro. Luis se siente satisfecho y se vuelve a casa. ¿Pero qué pasa si esa mañana todos queremos cambiar nuestras monedas?, pues en una economía actual no podrían dar lo que todos desean, ya que la mayoría del dinero que se supone que es nuestro, es inexistente, pero eso es otro tema. Pero en el momento, este mecanismo permitía al país estar respaldado y a salvo de los gobiernos, con sus decisiones arbitrarias sobre el valor del dinero.

El sistema comenzó a consolidarse a finales del siglo XIX, con Reino Unido liderando la implantación del Patrón Oro. Londres estableció este patrón para respaldar la libra esterlina, pronto dejó de ser el único y se pasó a crear una red internacional de monedas respaldadas por oro.



Como todo, este mecanismo tenía ventajas y desventajas, o más bien, fallos.
El Patrón Oro daba una estabilidad monetaria, ya que al estar respaldada por oro, la moneda mantenía un valor constante y predecible. Control de la Inflación, los gobiernos no podían poner en circulación más dinero que oro, porque este debía estar respaldado. Existía una facilitación en el Comercio Internacional, debido a la existencia de un valor estable y claro, se dieron transacciones entre países más seguras y predecibles. Había una gran confianza en el Sistema Financiero, los ciudadanos e inversores confiaban en el valor de la moneda, ya que podían cambiarla cuando quisieran por un activo tangible como el oro. 
Sin embargo, durante la Primera Guerra Mundial, muchos países abandonaron, temporalmente, el sistema para financiar sus gastos bélicos, pero el elevado coste que se creo hizo insostenible mantener el mecanismo. Con la Gran Depresión de 1929, se puso limitaciones en el Patrón Oro, el sistema restringía la capacidad de los gobiernos para implantar políticas monetarias flexibles, lo que dificultaba la reactivación económica en tiempos de crisis. Por último, en 1971, Estados Unidos, bajo la presidencia de Richard Nixon, abandonó el Patrón Oro, dando inicio a un nuevo sistema de tipos de cambios flotantes, que conocemos actualmente. Esta decisión marcó el fin de una era en el sistema monetario internacional.

Todo esto no iba a pasar desapercibido, ya que dejo un legado en la economía mundial. Actualmente, todavía es un tema importante, la estabilidad monetaria, y la necesidad de confiar en las instituciones financieras.

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